La flotabilidad en el buceo
La flotabilidad en el buceo
La flotabilidad se define como la capacidad de flotar y, flotar, es la capacidad de un cuerpo para sostenerse en suspensión en la superficie de un líquido o un gas (RAE). No obstante, en el buceo entendemos como flotación a la fuerza ascendente ejercida por un fluido que se opone al peso de un objeto parcial o totalmente sumergido (Principio de arquímedes). El cuerpo flotará cuando su peso sea menor o igual al peso del fluido desplazado. Por ello, distinguimos tres tipos de flotabilidad:
- Flotabilidad positiva: El cuerpo tiende a ascender hacia superficie dentro de un fluido.
- Flotabilidad neutra: El cuerpo se mantiene al mismo nivel, es decir, en suspensión dentro del fluido.
- Flotabilidad negativa: El cuerpo tiende a descender (hundirse) dentro del fluido.
Para todo buceador, esto es un aspecto fundamental si quiere disfrutar de la actividad con seguridad y comodidad. De hecho, en ciertos tipos de inmersiones, como el buceo en cuevas o pecios, es necesario y obligatorio tener un excelente control de la flotabilidad. Dominarla supone esfuerzo y entrenamiento así como un conocimiento de los diferentes factores que influyen en lograr dicha flotabilidad.
Factores que influyen en la flotabilidad
Factores del medio:
- Salinidad: La salinidad del agua la hará más o menos densa. Por ello, será distinta nuestra flotabilidad si buceamos en un lago o en un mar u océano. De hecho, este factor también varía entre los diferentes mares y océanos. Por ejemplo, la salinidad del Mar Rojo (42-46 g/L) es mayor que la del Mar Mediterráneo (36-39 g/L) por lo que tendemos a flotar más en el primero que en el segundo.
- Profundidad: A mayor profundidad, los tejidos y el equipo se comprimen debido a que a mayor presión, el volumen de un gas disminuye (se comprime). Por tanto, hace que nos hundamos cada vez más. Por ello, haremos uso del jacket o chaleco que nos ayudará a compensar esa flotabilidad negativa causada por el aumento de la profundidad.
- Corrientes: Aunque no influya sobre ninguna variable física, sí que puede afectar a nuestra flotabilidad. Cuando entra una fuerte corriente el buceador puede ser sometido a una situación de estrés, lo que hace que la respiración sea errática y no se expulse todo el aire, haciendo que nuestra flotabilidad tienda a ser positiva.
Factores relacionados con el equipo:
- Traje de neopreno: El traje otorga una flotabilidad positiva al buceador. Esta, incrementará cuanto mayor sea su grosor. Por ejemplo, cuando usemos un traje de 3 mm necesitaremos menos lastre que si usamos uno de 7 mm.
- Chaleco: Con él se compensa la flotabilidad ya que lo vamos llenando o vaciando de aire en función de nuestras necesidades. En este aspecto hay que tener en cuenta que, cuando estamos a mayor profundidad el aire que le hayamos metido al chaleco estará más comprimido, por lo que a medida que ascendemos, los gases se expanderán y habrá que ir vaciándolo para mantener nuestra flotabilidad neutra.
- Botella: Otorga un peso durante la inmersión. No obstante, a medida que avanza el tiempo y se consume el aire en su interior, su peso va disminuyendo por lo que hay que tener el lastre necesario para que, una vez que empiece a vaciarse el interior de la botella, no nos haga ascender.
- Lastre: será el encargado de ayudarnos a no flotar. Es necesario conocer cuánto plomo vamos a utilizar ya que, llevar de menos nos hará ascender y llevar de más nos hará no poder llevar una postura cómoda. Este dependerá de varios factores mencionados anteriormente. Lograremos encontrar nuestro lastre adecuado en base a prueba y error hasta encontrar un peso con el que nos sintamos cómodos.
¿Cómo lograr una buena flotabilidad?
- Conocer el medio en el que vamos a bucear.
- Ajustar y elegir adecuadamente el equipo que se vaya a utilizar.
- Controlar la respiración ya que al inhalar los pulmones se llenan de aire y el buceador tiende a flotar, y al exhalar y expulsar dicho aire, el buceador tiende a hundirse.
- Practicar y entrenar en cada inmersión.