Las medusas
Las medusas
Las medusas son organismos invertebrados marinos pertenecientes al filo Cnidaria, un grupo antiguo que ha existido durante más de 500 millones de años.
Aunque su apariencia etérea y gelatinosa pueda parecer simple, las medusas son seres biológicos altamente especializados, adaptados a una vida flotante en los océanos del mundo. Para los buceadores, entender la biología de las medusas no solo enriquece la experiencia de observarlas en su hábitat natural, sino que también proporciona una perspectiva más profunda sobre el ecosistema marino.

1.- Estructura corporal
Las medusas tienen una estructura muy diferente a la mayoría de los animales marinos. Su cuerpo es en su mayoría agua (95%). Esto les permite flotar y desplazarse con facilidad en las aguas del océano.
- Cuerpo en forma de campana: La «campana» o «umbrela» de la medusa es su parte principal. Este cuerpo tiene una forma gelatinosa que se expande y se
contrae, lo que les permite moverse a través del agua. - Tentáculos: De los bordes de la campana cuelgan los tentáculos, que son fundamentales para la captura de presas. Estos tentáculos están cubiertos por células especializadas llamadas cnidocitos, que contienen estructuras denominadas nematocistos, que liberan toxinas al entrar en contacto con la presa o en defensa.
- Boca y cavidad gástrica: En el centro de la campana, se encuentra la boca, que también sirve de abertura para la cavidad gástrica, un espacio donde las
medusas digieren los alimentos. Esta cavidad está conectada con los tentáculos, que transportan las presas hacia ella.
2. Sistema nervioso primitivo
Las medusas no tienen un cerebro central, sino un sistema nervioso difuso. Están equipadas con una red nerviosa descentralizada que les permite responder a estímulos, como la luz, la temperatura y las vibraciones en el agua. Aunque carecen de ojos como los de los humanos, algunas especies tienen órganos sensoriales denominados ocelos. Estos órganos son sensibles a la luz, lo que le permite ajustar su posición en la columna de agua.
3. Ciclo de vida: de pólipo a medusa
Las medusas tienen un ciclo de vida complejo, que incluye dos etapas principales:
- Pólipo: En la etapa larval, las medusas comienzan su vida como pólipos, que se fijan al fondo marino. Durante este período, los pólipos pueden multiplicarse asexualmente por gemación.
- Medusa adulta: A medida que el pólipo madura, se transforma en una medusa libre nadadora, que es la forma adulta. La medusa adulta es la que es más familiar para los buceadores, con su cuerpo en forma de campana y tentáculos colgantes.

Fuente: Guía de identificación de medusas y otros organismos gelatinosos. La mar de medusas.
La predominancia en una de estas fases dependerá de la especie. No obstante, hay cnidarios que solo se presentan en forma de pólipo como los Antozoos.
La Función de los Nematocistos: Defensa y Alimentación
Los nematocistos son células especializadas en la defensa y captura de presas. Estas células se encuentran en los tentáculos de la medusa y contienen una cápsula con una pequeña «aguja» cargada de toxinas. Al entrar en contacto con la piel de una presa o un depredador, el nematocisto se dispara, liberando veneno y paralizando a la presa, lo que permite a la medusa alimentarse.
Aunque algunas especies tienen veneno potente, muchas medusas son inofensivas para los humanos. Sin embargo, las picaduras de medusas como la Chironex fleckeri (medusa caja) pueden ser extremadamente peligrosas.
Medusas en el ecosistema marino
Las medusas son una parte integral de muchos ecosistemas marinos. Son depredadores eficientes que se alimentan principalmente de plancton, pequeños
crustáceos y otros animales flotantes. A su vez, ellas sirven de alimento para otros animales marinos, incluidos peces, tortugas y aves marinas.
Las medusas también tienen un impacto importante en la dinámica del ecosistema:
- Control de poblaciones de zooplancton: Al alimentarse de zooplancton, las medusas pueden regular las poblaciones de otros organismos marinos, influyendo en las cadenas tróficas.
- Indicadores de cambio ambiental: Las medusas pueden ser un indicador del estado de los ecosistemas marinos. Un aumento en las poblaciones de medusas, conocido como «blooms» de medusas, a menudo se asocia con desequilibrios en el ecosistema, como la sobrepesca o el cambio climático, que afectan a las especies competidoras de las medusas.
Medusas y el cambio climático
Las medusas son sensibles a las variaciones en las condiciones del agua, como la temperatura, la acidez y la salinidad. El cambio climático está afectando la distribución de las medusas en muchas partes del mundo, favoreciendo su proliferación en algunas regiones. Esto puede estar relacionado con el aumento de la temperatura de los océanos y la disminución de los depredadores naturales de las medusas, como las tortugas marinas.
En algunos lugares, los «blooms» de medusas se están volviendo más frecuentes, lo que puede afectar negativamente a la pesca y la acuicultura, al bloquear las redes y las tuberías, o incluso matar a peces jóvenes.
¿Cómo afectan las medusas a los buceadores?
Si bien las medusas pueden ser hermosas de observar, los buceadores deben tener cuidado con las especies que tienen veneno, que pueden causar desde leves irritaciones hasta reacciones graves.
Es importante estar informado sobre las especies locales y seguir las recomendaciones de seguridad, como usar trajes de neopreno o trajes especiales para evitar el contacto directo con los tentáculos.
Consejos para los buceadores:
- Informarse sobre las especies locales: Conocer qué especies de medusas se encuentran en la zona de buceo y sus características.
- Protección: Usar trajes adecuados, como un «stinger suit», que ofrecen protección contra las picaduras.
- Respeto y cautela: Aunque las medusas son criaturas fascinantes, se debe evitar tocarlas o atraparlas. En su mayoría, son animales pasivos, pero algunas especies pueden picar si se sienten amenazadas.
- En caso de picadura, nunca limpiar la zona con agua dulce, ya que puede favorecer la liberación de los nematocistos que queden en el tentáculo.
Si bien las medusas pueden ser hermosas de observar, los buceadores deben tener cuidado con las especies que tienen veneno, que pueden causar desde leves irritaciones hasta reacciones graves.
Es importante estar informado sobre las especies locales y seguir las recomendaciones de seguridad, como usar trajes de neopreno o trajes especiales para evitar el contacto directo con los tentáculos.