Rugulopteryx Okamurae

La rugulopteryx okamurae se detectó por primera vez en Ceuta en 2015, aunque no se identificó correctamente hasta 2016 debido a que su aspecto es muy parecido al del género dictyota, muy común en el Estrecho, por lo que al principio se pensó que se trataba de un aumento descontrolado de las especies pertenecientes a este género.
Esta confusión hizo que la no fuera identificada hasta que ya había invadido gran parte del ecosistema costero del Estrecho.

Esta alga es originaria del Pacífico Norte, de Japón, China y Corea. La hipótesis de llegada más probable, aunque no se puede asegurar con rotundidad, es a través de las aguas de lastre de los grandes buques mercantes, ya que las aguas de lastre son uno de los principales vectores de entrada de las especies invasoras a un nuevo ecosistema y en la zona contamos con tres puertos que realizan transportes de mercancía en grandes buques.

Además, la rugulopteryx okamuraeha encontrado en nuestras aguas un lugar perfecto para desarrollarse y se ha hecho más resistente. En su zona de origen R. okamurae crece hasta los 15m de profundidad, mientras que en el Estrecho crece hasta los 50m; aquí tolera variaciones de salinidad y temperatura mucho más amplias que en su zona de origen y se reproduce de forma asexual por propágulos vegetativos. Estos propágulos son como copias genéticamente idénticas al alga madre que crecen sobre la superficie de ésta hasta que están listas para soltarse y desarrollarse independientemente. Podemos encontrar hasta 100 de estos propágulos en cada alga madre, siendo más numerosos en verano. En el Estrecho,R. okamurae presenta hasta 4 cosechas al año, lo que supone una producción de 100.000 T al año en aguas andaluzas.

Desde que llegó al Estrecho de Gibraltar en 2015, la rugulopteryx okamuraeha experimentado una gran expansión: ahora la invasión en la península ibérica va desde el sur de Portugal hasta cabo de palos y ha afectado severamente a zonas lejanas y de una altísima biodiversidad como Azores.

La llegada de R. okamurae con su impresionante potencial invasor está teniendo gravísimas consecuencias sobre los ecosistemas que coloniza: las diferentes especies de macroalgas están siendo desplazadas de su hábitat,lo quetiene graves consecuencias porque las algas funcionan como especies formadoras de comunidades, es decir, no solo se reduce el número de especies de algas en sí, sino que también se pierden todos los organismos que viven asociados a ellas (briozoos, hidrozoos, moluscos, pequeños artrópodos o alevines de peces que viven sobre ellas o entre sus frondes).

R. okamurae también puede asentarse sobre seres vivos colonizando tubos de poliquetos, la superficie corporal de holoturias y de crustáceos. Además, presenta también una alta competitividad por la luz y el espacio con cnidarios, esponjas y ascidias, rodeándolos y asfixiándolos hasta que estos animales mueren y entonces ella ocupa su lugar.Todo esto se traduce en una gran pérdida de la biodiversidad y de la riqueza del ecosistema.

De las 100.000 T que R. okamurae genera al año un 10-20 % sale a costa, formando un manto espeso que sepulta totalmente el intermareal, imposibilitando la supervivencia de ningún organismo bajo el arribazón. El 80-90% restante se va al fondo causando daños irreversibles en ecosistemas de aguas profundas.
Esto supone una disminución brusca en la producción de plancton que afecta a toda la red trófica, una pérdida importantísima en la calidad del agua y la acumulación de grandes cantidades de biomasa en costa y a grandes profundidades.

Como siempre, cualquier daño en el ecosistema se traduce en un daño socioeconómico, ya que el ser humano depende estrechamente de los recursos naturales.

Se ha observado una reducción en las capturas pesqueras de especies de roca de hasta un 85% en los últimos años, las playas dejan de ser un atrayente para el turismo, hay mal olor por la descomposición de estos arribazones en costa que afecta a todos los municipios costeros afectados y una perdida total del marisqueo, lo cual afecta directamente las principales actividades económicas de la zona.